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Ensayo. U3 EA. CONTEXTO SOCIOECONÓMICO DE MÉXICO - Política de Estado en ciencia y tecnología en la era global


Reconstrucción Nacional e Institucionalización de la Revolución ...:.

Introducción

El presente trabajo abordara temas relacionados a la situación histórica y actual de la política de estado en ciencia y tecnología en México, empezando por los orígenes de los organismos creados para empezar la transformación en cuanto se refiere a la implementación de ciencia y tecnología.

Dia con día existe una mayor interrelación entre los países, gracias a la era global, por lo tanto, la ciencia y la tecnología están estrechamente relacionados con la creación de las llamadas economías del conocimiento, en donde un país más capacitado y tecnológicamente equipado tiende a ser un país mas desarrollado en todos sus aspectos.

Los economistas están de acuerdo en que el incremento de la productividad es un elemento fundamental para el crecimiento de la economía de un país, para que ello sea posible es necesaria una combinación de varios factores, uno de los cuales es la inversión en capital, tanto en infraestructura como en la formación de recursos humanos; otro es la capacitación y educación y finalmente la inversión en nuevas tecnologías, donde se incluyen eficientes estructuras de organización industrial. Aunque las tres formas están completamente relacionadas, la llave de todo el proceso se encuentra en el impulso a las actividades de innovación, para con ello lograr un desarrollo tecnológico que derive en el incremento de la competitividad.
(Leyva, 2007)


Desarrollo

Fue durante el gobierno cardenista que se dio mayor importancia al tema de la ciencia y la tecnología, debido a esto se creo en 1935 el Consejo Nacional de Educación Superior y de la Investigación Tecnológica (CONESIC), con el objetivo de fomentar el desarrollo de la actividad científica del país. Posteriormente pasaría ser el CICIC y actualmente desde 1970 CONACYT..

La principal premisa de estos organismos fue en inicio promover el impulso a la investigación científica se insistía en dos directrices: la de fomentarla para el bienestar y el progreso del pueblo y, la de promoverla para la formación de investigadores capaces de enseñar y guiar a los jóvenes que deseaban iniciarse en la investigación. Por lo que el objetivo principal era vincular la ciencia y el estudio investigativo en pro de la sociedad, en resolver los problemas reales a través de instrumentos metodológicos y de investigación y así garantizar el crecimiento económico a través del desarrollo del país.

En los países que más se invierte en CTI, la participación privada es muy importante. En Corea del Sur 80 por ciento de la inversión total es privada y el promedio en la OCDE es 66 por ciento. La llamada economía basada en el conocimiento se refiere a esto; a la capacidad de generar conocimiento científico y tecnológico, que permite ser más competitivo, crecer más, y transformar la economía para alcanzar mayores niveles de bienestar social. Para que México sea una potencia media y alcance uno por ciento del PIB, y luego incremente constantemente esta participación, necesitamos que el sector productivo (empresas nacionales y extranjeras radicadas en el país; grandes, medianas y pequeñas) se oriente a la innovación y al desarrollo tecnológico. (Guillermina, 2017)

A través de paso del tiempo la comunidad científica ha levantado cada vez mas la voz, exigiendo al estado mayor inversión en el rubro de ciencias y tecnologías, pero poniendo límites a la política de estado, esto quiere decir que ahora se esta demandando un incremento en los financiamientos a científicos e investigaciones, pero sin la intervención del estado en estos trabajos, haciendo así más libre la determinación de sus objetivos y temáticas.

Esto fue un reflejo del poder que adquirió la comunidad científica en el país, que logró transformar el prestigio derivado de sus actividades académicas en la autoridad política y el poder de representación de la comunidad científica. Como se ha dicho más arriba, esto motivó también una especie de freno a la orientación de la investigación hacia demandas socioeconómicas como en un inicio se pensaba.

A lo largo de los noventa se dio una clara distinción y separación entre las políticas orientadas a la ciencia y a aquellas orientadas a la tecnología, creándose una ruptura entre estas actividades. Además, que se buscó la asignación de fondos mediante concursos y competencia y empezó a existir una vinculación más estrecha de la investigación básica y el desarrollo tecnológico con el sector productivo

La participación de la comunidad científica en la orientación de las políticas de ciencia y tecnología ha tendido a ser reducida y limitada al campo meramente científico; una muestra de ello es la escasa participación que tuvieron los científicos en el diseño del Programa Especial de Ciencia y Tecnología 2000-2025 (PECyT). Esto ha originado la reorganización de los científicos como grupo de interés, que a través de organismos tales como la Academia Mexicana de Ciencias o el Foro Consultivo Científico y Tecnológico, constituido en el 2002, han ejercido mecanismos de presión encaminados a recuperar el control en las orientaciones de las políticas en el campo científico.

Conclusión

En los últimos seis años, además de que la política de ciencia y tecnología ha estado sujeta a las influencias de las elites científicas y de los cuadros gubernamentales, se ha dado también una fuerte influencia del Congreso, a través de la Cámara de Diputados y Senadores, por lo que este sector representa actualmente a un actor decisivo en los planteamientos a este aspecto.

Nuestra estructura productiva, organizada a partir de modelos externos, posee naturalmente un carácter imitador y copiador que no requiere sino muy colateralmente de la investigación domestica para buscar soluciones o tecnología, las que vienen ya dadas “en paquete” desde el exterior. En estas condiciones, la investigación, científica o tecnológica, resulta innecesaria, superflua, prescindible e incluso disfuncional. Estas mismas consideraciones explican, entre otras muchas cosas, por qué nuestro sistema educativo no otorga a la creación científica o tecnológica la importancia que sí atribuye, por ejemplo, a la creación artística. (De la Peña, s.f.)

La ciencia permite vivir al hombre más y mejor, el gobierno que recorta la investigación condena a sus ciudadanos a vivir menos. Desafortunadamente en México no se ha impulsado a la comunidad científico, se ha destinado menos del 1% del PIB en desarrollo científico y tecnológico, se ha politizado al científico o el científico se ha vuelto político de profesión, haciendo que lo que en principio era desarrollar y resolver los problemas socioeconómicos, se vuelva mas por resolver los intereses políticos.

Los países de primer nivel destinan un gran porcentaje de su PIB a la educación y a programas de desarrollo científico y tecnológico, un claro ejemplo es Finlandia y Estados Unidos de América. Se requiere cerrar la brecha tecnológica y científica que nos separa de los países desarrollados. Se observa que el 3% del producto interno bruto que los Estados Unidos gastan en investigación y desarrollo corresponde aproximadamente al 20% del PIB de todos los países de América Latina juntos; luego para mantener un ritmo competitivo de inversiones en investigación y desarrollo, América Latina tendría que gastar no menos de la cuarta o quinta parte de su PIB en vez del O.5% que utiliza actualmente.

La importancia de una correcta aplicación de una política de estado enfocada a la ciencia y tecnología es muy grande, dependemos como país subdesarrollado de un buen sistema científico, así como de la inversión en ciencias exactas y tecnología productiva. A pesar de tener mas de 70 años que se volteo a ver a este sector, el avance ha sido pobre y se ha dado la espalda a científicos, investigadores, comunicadores, intelectuales y hasta deportistas, por lo tanto, solo queda seguir exigiendo y observando la transformación de estos sectores, deseando que ya si no de manera interna se ve el crecimiento, se vea por influencia externa.


Referencias


De la Peña, A. (s.f.). UNAM. Obtenido de Revista de cultura científica: https://www.revistaciencias.unam.mx/pt/153-revistas/revista-ciencias-10/1309-ciencia-y-tecnolog%C3%ADa-en-m%C3%A9xico,-pa%C3%ADs-dependiente.html
Guillermina. (02 de octubre de 2017). CIIB. Obtenido de Gobierno de México: https://www.cibnor.gob.mx/espacio-rotativo/2098-donde-esta-mexico-en-ciencia-y-tecnologia
Leyva, S. L. (Julio de 2007). SCIELO. Obtenido de Un análisis de la política de ciencia y tecnología en México (2001–2006): http://www.scielo.org.mx/scielo.php?pid=S0188-45572007000200005&script=sci_arttext







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